jueves, 13 de septiembre de 2007

IVIC investiga el uso medicinal de los productos naturales



Proyecto de investigación busca nuevos fármacos para el control del cáncer, el VIH, la hepatitis, las diarreas, el dolor y las infecciones bacterianas
Tereinés Montaño Fuentes
tmontano@ivic.ve

Nadie sabe exactamente ni dónde ni a partir de cuándo se utilizaron plantas medicinales por primera vez. Seguramente la búsqueda de algún remedio fue algo que se dio en todas las culturas a la vez, fruto del deseo del hombre de sanar por vías mágico-religiosas o de algún preparado que les proporcionase una mayor felicidad temporal. Venezuela es uno de los países del planeta que ostenta una considerable diversidad biológica relativamente poco conocida, con potencial de ser utilizada de forma sostenible para mejorar la calidad de vida de los habitantes del país. Además, tiene una amplia tradición etnobotánica, donde más de 1.500 especies de plantas son utilizadas por comunidades indígenas y locales para la cura de enfermedades. El Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (IVIC) adelanta un proyecto de investigación, a cargo del Dr. Fabián Michelangeli, Jefe del Laboratorio de Fisiología Gastrointestinal del Centro de Biofísica y Bioquímica, que se orienta a la “búsqueda de nuevas sustancias químicas y productos herbales que puedan ser aplicables en la medicina humana, veterinaria y la agroindustria” señaló el Dr. Michelangeli. En relación a este estudio el Dr. Michelangeli advierte: “se ha estimado que 3 millones de personas (60% de la población mundial) dependen de la medicina tradicional. Sin embargo, aquí en Venezuela como en muchos países tropicales, la progresiva destrucción de las culturas tradicionales ha llevado al empobrecimiento de las prácticas médicas locales con una acrecentada dependencia a la medicina alopática occidental, la cual, en algunos casos, es inaccesible a estos pueblos”. Este trabajo de investigación congrega la experticia de varios grupos científicos del IVIC, para la catalogación de nuestra flora y su uso medicinal, la validación farmacológica de productos herbales y la búsqueda de nuevas sustancias químicas y otros productos naturales que puedan ser aplicables en la medicina humana. Acerca de esto indica el Dr. Michelangeli: “se ha investigado la actividad biológica de un grupo seleccionado de estas plantas en diversos sistemas (virus, bacterias, cáncer y analgesia), además a través de su fraccionamiento químico, es decir, la disgregación en sus diferentes compuestos simples y la identificación molecular de principios activos contenidos en extractos de estas muestras, buscamos nuevas sustancias químicas y otros productos naturales con potencial aplicabilidad”. Los principios activos de las plantas medicinales pueden aparecer en toda la planta, aunque, generalmente, las raíces y la corteza presentan los niveles más altos. Flores, semillas o frutos serían partes que contienen muchos de ellos. Estos principios pueden variar a lo largo de una misma especie y en una misma planta de acuerdo a muchos factores, época del año, características del suelo, etc. También son muy importantes los estímulos químicos a los que se somete una planta, en determinados niveles de ciertos de sus componentes. Se espera que este proyecto tenga un impacto en la formación de recursos humanos tanto para el manejo in situ de los recursos botánicos, como para la investigación y la innovación en las áreas de biomedicina, farmacología y bioquímica de productos naturales, etnobiología, etnomedicina y botánica. “El estudio del potencial que tiene nuestro bosque tropical, y el conocimiento que sobre la utilidad de los recursos botánicos y su hábitat tradicional pueda darse a la población, contribuirá tanto a su protección y conservación, como a la valoración de aquellos productos medicinales no tradicionales que aún son desconocidos. El conocimiento derivado de esta investigación otorgará un valor agregado a nuestra biodiversidad. Este concepto, junto al hallazgo de tecnologías químicas y biotecnológicas modernas, podría abrir las puertas de una novedosa y prometedora relación entre el hombre y la naturaleza” apuntó el Dr. Michelangeli. Tanto en el ámbito nacional como mundial existe una necesidad creciente de nuevos fármacos para el control de dolencias y enfermedades de larga data en la humanidad como el cáncer; el tratamiento de enfermedades resurgentes como la tuberculosis y la malaria; así como también nuevas patologías emergentes como el SIDA debido al VIH, la gripe por Influenza, y otras enfermedades infecciosas de origen viral, bacteriano o parasitario. Hasta el momento, poco más de un 1% de las especies tropicales han sido evaluadas para su uso medicinal; sin embargo, el 25 % de las prescripciones comercializadas en los países occidentales posee compuestos derivados de especies vegetales autóctonas de estas áreas. Por otra parte, el número de drogas sintéticas para las cuales productos naturales derivados de plantas han servido de modelo, o de punto de partida para la síntesis de nuevas drogas, incluyendo desde la aspirina hasta la procaína, es extenso. Sin embargo, estos fármacos no siempre son accesibles a la mayoría de la población mundial. En este momento se tienen resultados acumulados que representan la base teórica y metodológica del proyecto. “En este sentido disponemos de una base de datos etnobiológica con más de 11.000 entradas que cubren más de 5.000 especies neotropicales y, además, datos sobre más de 8.000 colecciones botánicas de diversas regiones del país. Por otra parte, contamos con un cierto número de extractos cuyo estudio químico y de actividad biológica está en curso en diversos laboratorios del IVIC” indicó el Dr. Michelangeli. La medicina moderna debe a la tradición la posibilidad de conocer plantas, cuyos principios después se aislaron y que seguramente no se hubiesen llegado a investigar si dichas plantas no se hubieran conocido previamente. Se estima que unos 120 productos farmacéuticos derivan directamente de las plantas medicinales. Se cree también que un 25% de las medicinas actuales contienen algún principio que deriva o derivó en el pasado directamente de las plantas medicinales. En especial cabe destacar, gracias a la iniciativa de trabajos de investigación como éste, la contribución de los bosques tropicales en los descubrimientos de nuevas drogas, hasta el punto que un 75% de las medicinas derivadas de las plantas lo hacen a partir de las que podemos encontrar en estos bosques, los cuales abundan en nuestro país. Con el desarrollo de este proyecto “se apunta –en el ámbito nacional- a mejorar los sistemas de salud, en el contexto de las condiciones socioeconómicas y de salud de los habitantes, desde el mismo nivel de las comunidades involucradas”, completó el Dr. Michelangeli.
El bosque tropical representa un reservorio inagotable y desconocido de fármacos potenciales. Además, en Venezuela contamos con una población étnicamente heterogénea que guarda una tradición de uso de plantas medicinales. Sin embargo, en la actualidad hay una pérdida progresiva de este conocimiento como también de la importancia de nuestros bosques y su biodiversidad. El desafío de este trabajo sumará por una parte comprender la utilidad de nuestros recursos botánicos contribuyendo a su protección y conservación y, por otro lado, proveer a la población de las herramientas más adecuadas que favorezcan la obtención sustentable de la materia prima a partir de productos herbales. Título del Proyecto: Búsqueda de nuevas sustancias químicas con actividad biológica (antiviral, analgésica, antitumoral, anti-inflamatoria y antibacteriana) a partir de plantas medicinales. Unidad Responsable: Laboratorio de Fisiología Gastrointestinal, Centro de Biofísica y Bioquímica del Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (IVIC). Investigadores Participantes: Fabián Michelangeli, Marie Christine Ruiz, Peter Taylor, Flor Pujol, Héctor Rangel, Víctor Tortorici, Ángel Fernández, María Maillo, José Elías Villamizar. Monto aporte por LOCTI: Bs. 400.000.000,00
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