lunes, 12 de enero de 2009

¿Cómo manejar los datos genéticos y demográficos de poblaciones en cautiverio para su conservación?

IVIC ofreció curso regional

Por Tereinés Montaó Fuentes
tmontano@ivic.ve

Un studbook es el registro que se lleva de aquellas especies que se encuentran en cautiverio y que se pretende manejar. Para especies domésticas, los registros genealógicos sirven para planificar los cruces y así mejorar la producción agropecuaria. Para especies silvestres -y particularmente las que están en peligro de extinción- sirven para ayudar a la conservación.

Los registros genealógicos son de gran utilidad, porque permiten tener un control del patrimonio existente de cada especie amenazada en los zoológicos, conocer su magnitud numérica y los cambios, así como la supervivencia de los ejemplares y las posibilidades de intercambio y reproducción entre los zoológicos a nivel nacional y mundial. Con el manejo apropiado de esta información, se logran poblaciones cautivas viables que pueden servir a fines conservacionistas, como: la educación y concientización, investigación, reintroducción y el seguro de largo plazo contra la extinción, entre otros.

Entre el 4 y el 7 de noviembre, el centro de Ecología del Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (IVIC), el centro Internacional de Ecología Tropical (CIET-UNESCO) y la Asociación Venezolana de Zoológicos y Acuarios (AVZA) unieron sus esfuerzos para apoyar el avance del manejo científico de poblaciones cautivas, ofreciendo el Curso Regional en SPARKS y PM2000: Manejo de registros y análisis demográficos-genéticos para la conservación ex situ.

SPARKS (Single Population Analisis and Record Keeping System) y el PM2000 (Population Management 2000) son programas utilizados en zoológicos a través del mundo para el manejo de registros genéticos y la planificación demográfica de poblaciones en cautiverio con la finalidad de garantizar su conservación.

“Hace 30 años era posible manejar la data manual y tener el análisis de toda la información de unas 15 especies. Hoy en día, gracias a un conjunto de programas de informática es posible tener registro de la información de unas 1400 especies, siendo éste un valioso aporte para su conservación” explicó la MSc. Laurie Bingaman-Lackey quien es la programadora del paquete de software SPARKS y fue una de las facilitadoras del curso.

Otra de las instructoras fue la doctora Amy Hall quien asistió en representación del Durrell Wildlife Conservation Trust y es quien lleva los registros genealógicos de todos los ejemplares en cautiverio alrededor del mundo del oso andino. La MSc. Lauire Bingaman-Lackey trabaja en el ISIS (International Species Information System) y, además de ser experta en SPARKS, maneja el registro genealógico de las jirafas a nivel mundial. El médico veterinario Andrés Eloy Bracho también brindó sus pericias como instructor del curso en su capacidad como responsable del registro genealógico del oso andino en la región latinoamericana, y miembro de la AVZA.

El Curso.
La capacitación fue estructurada en 30 horas teóricas y 10 horas prácticas. Se concentraron en enseñar a los participantes la mecánica de SPARKS (en particular la entrada y limpieza de datos y el manejo de filtros para producir informes), y también ofrecieron una introducción al PM2000, útil para hacer los análisis necesarios para el manejo genético y demográfico de las poblaciones.

Asimismo, el interés estuvo en iniciar la formación de los asistentes en la construcción de planes conservacionistas regionales y “la importancia del buen manejo de las poblaciones cautivas para su conservación” comentó la Dra. Kathryn Rodríguez-Clark, investigadora del Centro de Ecología en el IVIC, quien también fue instructora del curso y se encargó de la coordinación del mismo.

Explica la investigadora del IVIC que “el paquete de software SPARKS sirve como base de datos para organizar la información acerca de los ejemplares que están en cautiverio y, a partir de esta información, con el programa PM2000 se realizan análisis y proyecciones poblacionales y es posible estimar cómo va a ser el comportamiento de esa población en el futuro. Con estos datos es viable trazar planes para garantizar su diversidad génica y su permanencia demográfica, que haya una reproducción regular y que no se pongan viejos todos al mismo momento”.

Las instructoras del curso destacaron que uno de los desafíos más grandes está en lograr la cooperación entre las instituciones para que las decisiones acerca de lo que debe hacerse se tomen en conjunto, y con esto asegurar la conservación sobre las especies en cautiverio a largo plazo.

Los participantes que respondieron a la convocatoria, fueron seleccionados por su nivel académico y profesional, vinieron desde Colombia, República Dominicana, México, Ecuador y Venezuela. “Por la diversidad en la procedencia de los participantes, consideramos que este curso servirá para que la gente que trabaja en esta área, dentro de la región, se conozca y eso también ayuda con la cooperación y la conservación -asegura la investigadora del IVIC-, dado que los registros de poblaciones en cautiverio resultan inútiles si las instituciones no se organizan individualmente y luego no se enlazan entre ellos”.

El curso contó con el apoyo de patrocinantes internacionales como la Durrell Wildlife Conservation Trust y el ISIS (International Species Information System), que costearon el viaje de las facilitadoras para el curso. Un patrocinante nacional muy importante fue la Asociación Venezolana de Zoológicos y Acuarios (AVZA), que contribuyó pagando por el costo de la comida y la ALPZA (Asociación Latinoamericana de Parques Zoológicos y Acuarios) cooperó con la convocatoria regional y nacional.

La logística con relación a la recepción de las postulaciones de los participantes así como la coordinación para su alojamiento, traslados y áreas para la instrucción, estuvo a cargo del CIET (Centro Internacional de Ecología Tropical) y de las entidades relevantes del instituto como la Gerencia de Informática y Sistemas, el Centro de Estudios Avanzados, la Administración de Viviendas y el Servicio de Alimentación.

Percepciones.
Leonel Ovalles es médico veterinario y trabaja en el Parque Zoológico y Botánico Baraida, ubicado en Barquisimeto (Estado Lara). Su experiencia como participante en el curso fue muy buena y destacó la excelente organización. “Esta experiencia será muy útil para nosotros en el zoológico, porque necesitamos tener con mucho orden el registro de los animales y los datos que se refieren a su ingreso al zoológico, su nacimiento, edad, parentesco, los registros reproductivos, y una infinidad de datos que muchas veces es complicado mantener al día por escrito” señaló.

Andreina Aguirre es médico veterinario trabaja en el mismo parque zoológico y agregó que con el apoyo en el paquete informático que aprendieron a utilizar lograrán “construir los registros de genealogía de los individuos que viven en cautiverio en este lugar, y analizar los parámetros reproductivos y demográficos, para hacer cruces adecuados entre los individuos que están en cautiverio en cualquier colección zoológica, no solamente las que están en el país sino a nivel mundial. La idea de implementarlo en la institución está en el deber de compartir la información” destacó.

En casos donde no es posible tomar acciones más directas para resguardar una especie -proteger su hábitat o limitar el saqueo-, el manejo científico de poblaciones cautivas es una de las pocas opciones disponibles para preservar la continuidad de algunas especies que se encuentran en peligro de extinción.

La proposición que predominó durante el desarrollo del Curso Regional en SPARKS y PM2000: Manejo de registros y análisis demográficos-genéticos para la conservación ex situ, organizado por el IVIC, fue la importancia de la cooperación internacional entre las instituciones que se encargan de velar por la supervivencia de estos animales que se encuentran fuera de su ambiente natural.

IVIC busca dilucidar el origen de una singular especie de mariposa


En el Parque Natural Paramillo, ubicado en San Cristóbal, pueden estar las respuestas a muchas interrogantes que surgieron por el descubrimiento del inusual origen de la mariposa Heliconius heurippa, una de las diez especies animales híbridas en el mundo.

Por María Teresa Curcio.
mcurcio@ivic.ve

La mariposa Heliconius heurippa dejó a sus ancestros atrás. Fue capaz de sobrevivir, reproducirse y ser reconocida como una especie, aunque tuviera las probabilidades en su contra.

Una investigación demostró que el cruce de las especies Heliconius melpomene y Heliconius cydno -que se pueden encontrar en Centroamérica y los Andes- dio origen a la especie Heliconius heurippa- la cual sólo se ubica al este de Colombia.

El fenómeno, denominado especiación híbrida homoploide, explica cómo un animal híbrido -que por lo general es infértil por poseer información genética incompatible- logra reproducirse y generar una nueva especie. Apenas se ha descrito alrededor de una decena de especies animales híbridas homoploides, la mayoría peces de agua dulce y mariposas.

El venezolano Jesús Mavárez, quien hoy trabaja en el Centro de Ecología del Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (IVIC), es autor principal del estudio que se desarrolló en centros de investigación de Panamá, Colombia y Escocia, y cuyos resultados fueron publicados en el año 2006 en la prestigiosa revista Nature.

El equipo no sólo logró demostrar los orígenes de H. heurippa, sino que además descubrió que esta mariposa “heredó una señal reproductiva única que le ayuda a diferenciarse de sus especies parentales y a reproducirse con las de su especie” indicó el doctor Mavárez.

Estos resultados rompieron incluso los esquemas formales de la especiación híbrida homoploide. Cuando ésta ocurre, la nueva especie (que cuenta con su propio genoma) por lo general debe colonizar un nuevo hábitat, es decir necesita aislarse inmediatamente de sus padres o especies parentales para que al reproducirse no reciba nueva información genética de estos.

Sin embargo, H. heurippa adquirió una característica inequívoca: estas mariposas se reproducen sólo con las que tienen los mismos colores de sus alas (de marcas amarillas y rojas), es decir con las que tienen su mismo linaje.

“Demostramos que el híbrido puede seguir coexistiendo con una o las dos especies parentales, siempre y cuando tenga la posibilidad de reconocerse a sí misma como diferente” declaró el doctor Mavárez, quien además explicó que por esta vía el surgimiento de nuevas especies de animales podría ser más rápido, en comparación con el aislamiento geográfico a través de la colonización de un nuevo hábitat.

Para el investigador el trabajo abrió las puertas de “la hibridación como un fenómeno importante en el mundo animal. Normalmente los zoólogos tienen una actitud muy negativa hacia la especiación por hibridación. Mucha gente piensa que en animales eso no sucede o es irrelevante. Por el contrario, los botánicos han tenido siempre una actitud mucho más optimista en relación con la especiación híbrida”

Para llegar a tales conclusiones el equipo analizó varios sets de genes de las 3 especies, a través de distintas técnicas de laboratorio. La investigación se desarrolló entre los años 2002-2005 y hoy continúa desde el IVIC.

Un tesoro en San Cristóbal
Las respuestas a muchas interrogantes originadas por el descubrimiento pueden estar en el Parque Natural Paramillo, ubicado en San Cristóbal y adscrito a la Universidad Nacional Experimental del Táchira. En la zona, de aproximadamente 30 hectáreas, habitan las especies padres que se cruzaron (H. melpomene y H. cydno), pero no la especie que se formó por hibridación (H. heurippa).

El dato particular del área es que se trata de una zona híbrida de inusual frecuencia entre las dos especies: aproximadamente 1 de cada 10 mariposas es un híbrido natural. En este caso se habla de híbridos inter-específicos y no de especies híbridas, puesto que los individuos híbridos observados no han logrado desarrollar aún una señal que los aisle reproductivamente de sus especies parentales. En otras palabras, en San Cristóbal, se puede observar un proceso de hibridación inter-específica que puede representar el comienzo de un nuevo proceso de especiación híbrida en estas mariposas.

El investigador del IVIC se encuentra nuevamente al frente de la investigación para dilucidar cómo fue el origen de H. heurippa. “Queremos estudiar ese sitio porque es una oportunidad única para estudiar un proceso de especiación. En cierta manera, en San Cristóbal tenemos una ventana al pasado. Allí tenemos la oportunidad de observar y estudiar actualmente un proceso muy similar al que probablemente dio origen a H. heurippa y que hemos calculado ocurrió hace 300 mil años”.

No es difícil suponer que el parque venezolano sea un tesoro para la biología y que el crecimiento urbano de San Cristóbal represente una amenaza para el mismo. En efecto, indica el científico, unas 10 hectáreas han sido cedidas para construcciones de edificaciones en los últimos años, con lo cual se ha atentado contra el reservorio de especies.

Desde su laboratorio en el IVIC, el investigador clama por el resguardo de la zona: es un área exclusiva que da pistas sobre un fenómeno excepcional en biología.


jueves, 8 de enero de 2009

EL ESCORPIÓN

Información útil para todos los venezolanos
El viernes en la noche estábamos en la sobrebremesa con unos amigos en una casa en los alrededores de laColonia Tovar, en un sitio conocido como 'Villa Bahareque', cuandoun escorpión clavó su aguijón en el dedo medio de la mano derecha de una familiar cercana. El dolor le hizo sacudir la mano de inmediato y el escorpión cayó al suelo y como suelen ser de movimientos lentos, uno de los amigos lo tapó con un vaso, pasándolo luego a un frasco. Hasta aquí, sin saberlo, se hizo lo correcto: apresar al arácnido vivo. De las 30 personas que estaban en el sitio comenzaron a surgir todo tipo de anécdotas y opiniones.A la mayoría los habían picado alacranes en distinta oportunidades y no les había ocurrido nada que lamentar, de modo que recomendaban que se quedara tranquila y que, si acaso se sentíamal, pues que nos fuésemos a un hospital. Sin embargo, nos pareció más sensato el consejo de la minoría que decía que nos fuéramos de inmediato.
Salimos rápidamente hacia Caracas, mientras los que se quedaron buscaban por celular al médico indicado.Tuvimos la suerte de que un amigo dio con el doctor Arellano, quien nos indicó que nos fuésemos a la emergencia de la clínica El Ávila, donde con seguridad, se disponía del antídoto elaborado en la Universidad Central de Venezuela, a base de la inoculación del veneno en equinos que, por suerte, es de los más eficaces que se producen en el mundo.Llegamos a la clínica El Ávila y al momento llegó el doctorArellano: un venezolano de los buenos, con 73 años a cuestas, que ha dedicado parte de su vida a la toxicología y se cuenta entre losfundadores del Centro Toxicológico de Coche.Al no más llegar nos pidió ver el escorpión y cuando lo tuvo enfrente se llevó las manos a la cabeza: se trataba de un Isabel Ceciliae, una especie advertida recientemente, a raíz de que pocos años atrás se llevó la vida de Isabel Ceciliala, nieta de cuatro años de un extraordinario escritor y amigo mío. De inmediato el doctor indicó una dosis de antídoto mayor y comenzó el suero intravenoso abatallar con la sustancia mortal del escorpión. De no actuar de inmediato, el efecto del veneno ataca al corazón de la víctima. Mi familiar pasó la noche en la clínica y al día siguiente le dieron de alta, no sin antes hacerle los exámenes necesarios. Ese día fui con el doctor Arellano a casa del profesor González Sponga, un hombre silencioso y juicioso que ha dedicado casi toda su vida a estudiar las especies de escorpiones y ofidios y quien podía certificar con certeza si se trataba de la especie temida. No cabía la menor duda, lo era.En conversación con estos hombres de ciencia supe que en Venezuela hay alrededor de 115 especies de escorpiones, de las cuales varias son venenosas pero hasta la fecha ninguna de veneno más tóxico que la Isabel Ceciliae. Allí también supe que los escorpiones del llano venezolano no suelen ser venenosos pero que de las 11 especiesque pululan en Caracas, tres lo son y altamente. También caí en cuenta de mi ignorancia al respecto y de la ignorancia generalizada sobre este tema. ¿Cómo es posible que si se sabe que en la zona de El Junko habita esta especie letal no se tomen previsiones mínimas? ¿Qué hubiera pasado si esto no ocurre a la10:00 p.m. sino de día, cuando el tránsito es severo? ¿Habríamos llegado a tiempo al hospital? Peor aún: ¿Qué habría pasado si el escorpión inocula a un niño y no a ella y no se hubiese dispuesto cerca del antídoto y el médico indispensable?La ciencia venezolana ha hecho lo suyo, la doctora Jeannette Poggioli de Scannone y su equipo elaboran el antídoto en la UCV. Desde allí se libra la batalla contra estos arácnidos que se encuentran en toda la geografía nacional. El único sitio dónde no se han hallado es en las nieves perpetuas del pico Bolívar. Venezuela es un país de escorpiones y hay que hacerlo saber. Nada ganamos con la política del avestruz. En todo el territorio nacional se debería contar con el antídoto a la mano y el entrenamiento médico para administrarlo a quien ha sufrido una picadura de escorpión. ¿Por qué no se adelanta una campaña de medicina preventiva sobre el tema, de manera de reducir el riesgo de mortalidad? Esa campaña debe comenzar por dirigirse a aquella mayoría de buena fe que ignora que se debe actuar de inmediato, que cada segundo que pase puede ser mortal

P.D.: Por lo pronto, colaboremos enviando este correo a todos nuestros contactos. Giovannina Orsini Velásquez. BiólogaHerbario V.M.Ovalles (MYF) Fac. de Farmacia U.C.V. 0212 605 27 61
Enviado por Juan Manuel Hernández (jmhcastillo@yahoo.es)
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